Existen cinco elementos que se consideran claves en la estructura organizativa de una empresa:
- Burocracia
- Especialización del trabajo
- Departamentalización
- Cadena de mando
- Formalización
La estructura organizativa del trabajo que tenga una empresa influye directamente en la percepción que pueda tener un trabajador de sus condiciones laborales y en su rendimiento profesional.
Existen cinco elementos que se consideran claves en la estructura organizativa de una empresa:
La Gestión de Procesos de Negocio (Business Process Management o B.P.M.) es una metodología corporativa y disciplina de gestión, cuyo objetivo es mejorar la eficiencia y eficacia de los procesos de negocio de una organización.
El BPM es el entendimiento, visibilidad, modelado y control de los procesos de negocio de una organización y se puede relacionar con otras disciplinas de mejora de procesos como SIX SIGMA. Los procesos de negocio deberían estar documentados y actualizados aunque la sola documentación del proceso no es la herramienta para que los gerentes tomen control sobre todo el proceso.
El sistema de gestión por procesos se caracteriza por el entendimiento, la visibilidad y el control de todos los procesos de una organización por parte de todos los participantes en cada uno de dichos procesos, todo ello con el fin de aumentar la eficiencia de la empresa y la satisfacción del cliente.
La gestión eficaz de un sistema de calidad permite conseguir unos clientes fidelizados y el cumplimiento de la legislación laboral y de prevención de riesgos laborales, así como una gestión justa y ética de los recursos humanos propiciará disponer de unos trabajadores cualificados y motivados. La calidad medioambiental permitirá que la sociedad se vea favorecida por un trato de las personas y la empresa, estructurada como responsable con el medio ambiente.
Y todo ello, conjuntamente, permite una innovación, mejora y aprendizaje continuo, de modo que se produce un desarrollo empresarial sostenible.
La responsabilidad social corporativa (RSC) se define como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido. El sistema de evaluación de desempeño conjunto de la organización en estas áreas es conocido como el «triple resultado».
La responsabilidad social corporativa va más allá del cumplimiento de las leyes y de las normas, dando por supuesto su respeto y su estricto cumplimiento. En este sentido, la legislación laboral y las normativas relacionadas con el medio ambiente y la calidad son el punto de partida de la RSC.
El cumplimiento de estas normativas básicas no se corresponde con la responsabilidad social, sino con las obligaciones que cualquier organización, empresa y persona debe cumplir simplemente por el hecho de realizar su actividad.
Bajo este concepto de administración y de gestión se engloban un conjunto de prácticas, estrategias y sistemas de gestión empresariales que persiguen un nuevo equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental. Los antecedentes de la RSE se remontan al siglo XIX, en el marco del cooperativismo y el asociacionismo que buscaban conciliar eficacia empresarial con principios sociales de democracia, autoayuda, apoyo a la comunidad y justicia distributiva. Sus máximos exponentes en la actualidad son las empresas de economía social, por definición empresas socialmente responsables. (Tomas, 2003, red).
Para nosotros, una empresa es socialmente responsable, cuando en su proceso de toma de decisiones valora el impacto de sus acciones en las comunidades, en los trabajadores y en el medio ambiente e incorpora efectivamente sus intereses en sus procesos y resultados.
Tradicionalmente, la adquisición se ha basado en el aprovisionamiento reactivo, respondiendo a las solicitudes u otros requerimientos de negocio a medida que surgen. Queriendo ser proactivos, se necesita la creación de una estrategia para anticipar las necesidades y planificar en consecuencia.
La «compra estratégica» es un proceso continuo, bien planeado y de acciones proactivas, donde «comprar» supone gestionar proactivamente la cadena de suministro colaborando con los interesados y proveedores internos, analizar críticamente el gasto de la empresa y valorar los riesgos en la contratación.
Los beneficios de la «compra estratégica»:
1) Incrementar las utilidades de la empresa
2) Colaborar pro-activamente en la reducción del inventario de la empresa
3) Gestionar los riesgos en la contratación
4) Mejorar la sostenibilidad
5) Obtener más valor de la contratación
Un Sistema Integral de Información (SII), es un sistema de información intensivo y extensivo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones para integrar o centralizar la gestión de la información dentro de una organización. Un SII soporta todos los procesos de negocio y de soporte de la organización o la empresa.
Los componentes de TI de los SII ofrecen herramientas que soportan los siguientes procesos
Nota Técnica de Prevención 576
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